En esta ocasión se exponen, sobre un fondo negro, 137 tondos, dispuestos a modo de instalación, cubriendo todo el muro lateral de La Nave (metros de alto y de ancho). Al entrar en la exposición tenemos la oportunidad de deambular por el primer piso dispuesto a modo de balconada y ver la instalación con perspectiva suficiente para abarcar toda la pared y ver las más de 100 obras colgadas. Cuando descendemos las escaleras hasta el espacio central podemos apreciar los tondos desde cerca y, además, descubrimos el mural de 2,5m de alto y 9,5 m de largo que Kenny Scharf ha pintado in situ para la exposición. 
 
Con una puesta en escena delirante, la exposición de este 2019 ofrece al espectador la oportunidad de entrar en un espacio mágico e impactante que revolucionará sus sentidos y que muestra el trabajo más reciente del artista después de más de dos décadas sin exponer en España.
 

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Kenny Scharf (Hollywood, 1958) es una de las grandes leyendas vivas del arte neoyorquino de los 80 y el fundador del  Surrealismo Pop. 

Nació en California y se instaló en la ciudad de Nueva York a finales de los 70 para asistir a la School of Visual Arts, donde tomó cursos de pintura fotorrealista, aerografía, creación y edición de vídeo, fotografía y collage. Allí conocerá artistas tan importantes como Keith Haring y Jean-Michel Basquiat, a los que le unirá una importante amistad y con quienes compartirá el afán por exhibir su arte a través de cualquier medio a su alcance, invadiendo el espacio público con técnicas como el graffiti o el mural, e incluso el espacio más privado y doméstico a través de la customización de objetos. Todos ellos contribuirán a vigorizar un movimiento artístico y cultural en el East Village de Nueva York, que aún hoy sigue siendo un importante referente para el arte contemporáneo.

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Sumergido en la estética de los años 50 y 60, la televisión, la publicidad y los primeros dibujos animados, Kenny Scharf pasó una infancia que le proveyó de todo un material estético que, años después, una vez llegado a Nueva York, aunaría a su interés por el cómic underground, el graffiti y su sentido más intervencionista y transformador del espacio, la decadencia y lo sublime de la vida y las calles del East Village de Nueva York, la leyenda viva de Andy Warhol y la Factory... Todo eso le acercará al Pop y al Surrealismo en el desarrollo imaginativo y creativo de su trabajo.

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Actualmente Kenny Scharf sigue trabajando el mural, la pintura, la escultura y la instalación. Es famoso por sus intervenciones y customizaciones de objetos como aviones viejos o coches, y su obra se expone en importantes museos de arte contemporáneo como el MoMA o el Whitney de Nueva York, el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro y el Museo Stedeljik de Ámsterdam.

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